mejor época para viajar a Brasil

¿Cuál es la mejor época para viajar a Brasil?

Brasil es un destino que lo tiene todo: desde la selva del Amazonas, una de las regiones más fascinantes del planeta, hasta playas increíbles en el nordeste, pueblitos que remiten a los tiempos de la colonia portuguesa y ciudades magníficas como Río de Janeiro, capital mundial del ritmo. Se dice de este país que es uno de los más alegres del mundo y que vivir el carnaval en el Sambódromo de Río, viendo desfilar a las escuelas de samba, es una experiencia que se vive una vez en la vida. Brasil es tan enorme que distintos climas lo atraviesan, aunque predomina el clima tropical en gran parte de su territorio. Se puede afirmar a grandes trazos que la mejor época para viajar a Brasil es entre junio y septiembre, el invierno en el hemisferio sur, cuando las lluvias ceden en gran parte del país y las temperaturas son menos sofocantes que durante el verano. Pero, si se quiere disfrutar de las costas del sur y sureste brasileños (en los estados de Santa Catarina, San Pablo y Río de Janeiro), es preferible viajar entre diciembre y marzo, ya que las temperaturas son ideales para ir a la playa.

La República Federativa de Brasil es el quinto país más grande del mundo por su extensión y también el quinto más poblado del mundo, con más de 210 millones de habitantes. Limita con Argentina, Uruguay, Paraguay, Colombia, Perú, Bolivia, Venezuela, Surinam, Guyana y Guayana francesa. En total, sus tierras representan casi el 50% del total de Sudamérica. En su gigantesca selva amazónica, pulmón de oxígeno del planeta, habita una diversidad de especies inabarcable. Brasil fue una colonia portuguesa y logró su independencia en 1825. El dominio portugués dejó una herencia cultural profunda a lo largo de casi tres siglos de ocupación.

Actualmente, Brasil es la mayor economía de América latina, con una gran industria nacional y liderazgo mundial en la exportación de café, caña de azúcar y soja, aunque los niveles de desigualdad social son enormes. El sector turístico es pujante, ya que Brasil es el destino más visitado en América del Sur, con entre 6 y 7 millones de pasajeros por año; este sector da trabajo a casi dos millones de personas. La moneda brasileña es el real. Un euro equivale a 6,4 reales.

El clima en el Sur y Centro de Brasil

Aunque Brasil es un país mayormente tropical, en la región sur -abarca los estados de Río Grande do Sul, Santa Catarina y Paraná- se da un clima templado húmedo o «tropical suave», con temperaturas frías entre junio y septiembre, y medias de entre 12 y 22 grados a lo largo del año. Si bien se dan las cuatro estaciones bien marcadas, las lluvias muestran un nivel parejo durante todo el calendario, aunque son más abundantes entre octubre y abril. En el verano brasileño, entre diciembre y marzo, esta región registra temperaturas máximas de 30 grados, pero estas marcas disminuyen a medida que uno se adentra en el interior, en zonas en donde la altura alcanza los 1.000 metros sobre el nivel del mar.

En la región sudeste, a la que pertenecen los estados de San Pablo, Minas Gerais, Río de Janeiro y Espíritu Santo, se da un patrón más cambiante entre las zonas costeras y las montañosas. Los veranos son más calurosos que en el sur, con temperaturas que pueden llegar a los 40 grados en ciudades como Río de Janeiro, mientras que los inviernos son suaves y bastante secos. Sin embargo, en algunas zonas montañosas del sur y el sudeste los registros invernales pueden bajar a cero grados, con heladas y nieve.

En la zona central del país, que abarca los estados de Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Distrito Federal y Brasilia, el clima es semi húmedo, con fuertes lluvias entre noviembre y enero. En los meses de verano las temperaturas rondan los 13 a 25 grados, mientras que en verano las medias van de 18 a 27 grados.

¿Cuál es la mejor época para viajar al Sur y Centro de Brasil?

La mejor época para viajar al Sur y Centro de Brasil es entre junio y septiembre, que en general son los meses menos lluviosos. Sin embargo, para disfrutar de las playas habrá que arriesgarse a las lluvias y viajar durante el verano brasileño, entre diciembre y marzo, cuando se da la ecuación ideal entre sol, temperaturas y aguas tibias en las costas del Atlántico, desde Camboriú y Florianópolis hasta Guarujá y Río de Janeiro.

Los atractivos del Sur y Centro de Brasil son muy variados. Comienzan en las fabulosas Cataratas del Iguazú, en la frontera con Argentina, en donde el espectáculo de las caídas de agua, desde casi 100 metros de altura, es único. Este sitio fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y bautizado como una de las Siete Nuevas Maravillas del Mundo. Luego, las playas de esta región son un capítulo en sí mismo y citarlas a todas sería imposible. Algunas de las más bonitas son las de Florianópolis, Camboriú, Guarujá, Ubatuba, Ilhabela, Cabo Frío y Buzios; y, por supuesto, las increíbles arenas de Río de Janeiro, un destino increíble que todos los veranos recibe al carnaval más importante del mundo. El caso de Río es especial: es una ciudad magnética, quedada en el tiempo, musicalizada a toda hora por la bossa nova y el samba. Sus morros, tapizados por las favelas, se enfrentan al mar en atardeceres increíbles, mientras la ciudad vibra al ritmo del fútbol y se prepara todo el año para los grandes bailes y desfiles del carnaval de febrero.

El clima en el Amazonas y el Nordeste de Brasil

El clima de la región del Amazonas es tropical en su mayor expresión (sumado al clima ecuatorial en el corazón de la Amazonia), con las temperaturas más altas de Brasil y lluvias muy importantes a lo largo del año. Se trata de una de las regiones más lluviosas del mundo. Las medias se ubican en 32 grados centígrados y la humedad es muy intensa. Las mayores precipitaciones caen entre enero y abril. En Manaos, la capital amazónica, las mínimas no bajan de 30 grados ni siquiera en los meses que corresponden al invierno en este hemisferio.

Por otra parte, el clima en el nordeste de Brasil también es tropical en gran parte de la región, con temperaturas elevadas que en verano sobrepasan los 30 grados y tampoco bajan de los 20 grados en ningún momento del año. Las precipitaciones son abundantes en las zonas costeras, en los estados de Bahía y Pernambuco, en donde están ubicadas las mejores playas del país, y disminuyen en el interior. Los veranos son mas lluviosos que los inviernos en esta parte de Brasil.

¿Cuál es la mejor época para viajar al Amazonas y el Nordeste brasileño?

La mejor época para viajar al Amazonas es entre julio y septiembre, los meses menos húmedos si se considera que en esta región llueve durante todo el año. En el Amazonas se dan dos temporadas: la de «aguas bajas«, en julio y agosto, meses favorables para caminar por la selva y descubrir la increíble fauna de la zona; y la de «aguas altas«, cuando el Río Amazonas se encuentra en su caudal máximo, hasta 15 metros por encima de su nivel habitual, inundando gran parte de la selva. La puerta de entrada al Amazonas es la ciudad de Manaos, capital del Estado, a donde llegan los turistas para aprovisionarse antes de emprender el viaje a la selva. Uno de los programas más increíbles es nadar con los delfines rosados de agua dulce en el Río Amazonas. La selva amazónica es el bosque tropical más grande del planeta; recorrerlo es descubrir una fauna y flora únicos, con monos, jaguares, pumas, delfines, caimanes, serpientes anacondas y cocodrilos, entre otras miles de especies.

Por otra parte, la mejor época para viajar al Nordeste brasileño es entre septiembre y noviembre, que son menos calurosos que los meses de verano y también menos lluviosos. En el Nordeste, la estrella son las playas: Praia do Forte, Jericocoara, Morro de San Pablo, Puerto de Gallinas, Pipa… La lista es interminable y todas son perfectas: arenas blanquísimas y un mar caliente y turquesa para pasar horas en la playa.

El gran atractivo del Nordeste brasileño es la ciudad de Salvador. Entre los puntos de interés de Salvador figuran la Iglesia de Nuestro Señor de Bonfim, con su estilo de barroco puro portugués del siglo XVIII (1754), meca de encuentro entre la religión católica y las vertientes afrobrasileñas. También es maravilloso el «Pelourinho«, el barrio enclavado en el centro histórico, en la parte alta de la ciudad, separado de la «ciudad baja» por un ascensor de 80 metros. En la explanada central del Pelourinho, la estrella es el Complejo Franciscano, con sus dos edificios: uno barroco portugués y otro barroco hispánico.

¿Qué necesitas tener y saber antes de viajar a Brasil?

  • Visado: los ciudadanos de la Unión Europea no necesitan visado para ingresar a Brasil
  • Equipaje: Brasil es un país tropical y el equipaje debe estar a tono. Es decir: ropa liviana si se viaja a las ciudades costeras y al norte del país, y un impermeable para los chaparrones fugaces. Hay que tener en cuenta que en el sur brasileño hace frío en invierno (incluso llega a nevar). Si se viaja a esa zona entre junio y agosto es necesario llevar abrigo.
  • Vacunas: no existen vacunas obligatorias, pero el dengue es una enfermedad muy presente en estos días, principalmente en la región sudeste del país. Por eso se recomienda tomar todas las precauciones necesarias para prevenir la picadura del mosquito Aedes Aegypti, agente transmisor del dengue.
  • Idioma: el idioma oficial de Brasil es el portugués, pero en las grandes ciudades (Río de Janeiro, San Pablo, Porto Alegre y Brasilia) muchos hablan español e inglés.
  • Transporte: las distancias en Brasil son enormes. La mejor forma de desplazarse de un punto a otro es el avión y los buses nocturnos de larga distancia, que funcionan aceptablemente. En las ciudades, como San Pablo o Río de Janeiro, Uber está muy difundido y es más seguro que los taxis.
  • Dinero: la mejor forma de obtener reales (la moneda brasileña) es en los cajeros automáticos, que abundan en las ciudades. Se recomienda llevar billetes de baja denominación en euros o dólares. Las tarjetas de crédito se aceptan en comercios y hoteles.
  • Seguridad: las grandes ciudades de Brasil presentan peligros en muchos barrios, fundamentalmente en San Pablo, Río de Janeiro, Recife y Salvador de Bahía. El índice de criminalidad es alto en esas ciudades y no se debe caminar solo a la noche por parques, calles y playas desiertas. Si se retira dinero de cajeros, se deben utilizar los que se encuentran en centros comerciales y edificios.