Frankfurt es uno de los centros financieros más importantes del mundo y la quinta urbe más importante de Alemania, con 730.000 habitantes y un área metropolitana en donde viven 2,5 millones de personas. Es el núcleo de la región germana de Rin-Meno, en el centro del país. Frankfurt es una ciudad para todos los gustos: puede mostrar su faceta sofisticada en el skyline de sus grandes rascacielos, en el distrito financiero, y presumir al mismo tiempo los coloridos edificios de madera de la Plaza Römerberg. En ambos casos, siempre habrá una taberna abierta para probar la Frankfurter Würstchen –salchicha de Frankfurt- con una jarra de cerveza o un típico vinito de manzana (el Apfelwein). Otros atractivos locales son: la Catedral gótica, la casa de Goethe, el barrio de Sachsenhausen y la orilla de los museos.
Descubre los lugares más espectaculares que ver en Frankfurt
Catedral de Frankfurt
Hasta marzo de 1944, Frankfurt contenía la ciudadela gótica más importante de Europa. Pero, luego de seis bombardeos feroces durante la Segunda Guerra Mundial, el casco urbano quedó prácticamente destruido. Una suerte similar corrió la Colegiata de San Bartolomé, o Catedral de Frankfurt, construida entre los siglos XIV y XV, que se incendió por dentro y fue gravemente dañada.
La reconstrucción del edificio, durante la década del 50, logró restaurar muchos de sus elementos originales. Este gran recinto gótico es uno de los grandes atractivos que ver en Frankfurt. Vio coronar a emperadores y reyes entre 1356 y 1792, tiene una torre de casi 100 metros de altura que resulta un mirador ideal sobre el centro histórico. En su interior, son imperdibles la Capilla de Santa María, la del Electorado y el bellísimo retablo gótico.
Casa de Goethe
Johan Wolfgang von Goethe fue un novelista, poeta y dramaturgo alemán, al que se considera uno de los mejores escritores de todos los tiempos. Goethe nació y vivió gran parte de su juventud -antes de mudarse a Leipzig- en una casa de tres pisos en el centro que es otro de los lugares que ver en Frankfurt. Aunque la vivienda, contigua al Museo de Goethe, fue destruida durante la Segunda Guerra, lo cierto es que la restauración fue impecable, ya que se recuperaron objetos del escritor, entre ellos varios retratos familiares, la sala de música, el escritorio en donde Goethe creaba sus relatos y una nutrida biblioteca. La entrada cuesta 7 euros.
Plaza Römerberg
A sólo dos calles de la Colegiata de Frankfurt se encuentra la Plaza Römerberg, sin dudas la más bonita de la ciudad y uno de los sitios más especiales que ver en Frankfurt. Ubicada en el centro histórico, alberga el edificio del Ayuntamiento, construido en 1405, en donde se celebró la coronación de los emperadores y reyes alemanes a lo largo de la historia. Otros edificios importantes de la plaza son la Iglesia de Sant Pablo, la Fuente de la Justicia y la Iglesia de San Nicolás.
Pero lo que hace realmente especial a Römerberg son los seis edificios de madera, con fachadas de colores, que datan de los siglos XV y XVI (en verdad son réplicas, ya que los edificios originales sucumbieron durante Segunda Guerra). Esta plaza fue desde el siglo XIII un sitio en donde se montaban mercados de venta de alimentos; hoy día recibe al mercado de Navidad más famoso del país.
Barrio de Sachsenhausen
Cruzando el pintoresco puente gótico de Eserner Steg, que se eleva sobre el río Main, se llega a Sachsenhausen, también conocido como el barrio nuevo. Esta zona de la ciudad es ideal para hacer una larga caminata, entre calles adoquinadas y hermosas casas de madera. Para calmar la sed, habrá que instalarse en alguna de las numerosas tabernas y pedir el famoso Apfelwein.
Este vino de manzana, una bebida típica alemana con un contenido alcohólico de hasta 7 grados, se elabora en base a recetas familiares que tienen varios siglos de historia. Es toda una experiencia buscar una taberna sobre la calle Rittergasse o Klappergasse y pedir un Apfelwein; por supuesto, debe ir acompañarlo de una Frankfurter Würstchen, la famosa salchicha de Frankfurt, elaborada con carne de cerdo y embutida en tripa de oveja.
Orilla de los museos
Sobre una de las orillas del río Main se concentran los 15 mejores museos que ver en Frankfurt. Es una zona preciosa para caminar, una suerte de cinturón cultural a la vera del río, creado en 1973 por el arquitecto Till Behrens. A fines de agosto, se lleva a cabo aquí una de las celebraciones más importantes de la ciudad, la Fiesta de la Ribera de los Museos.
En concreto, se recomiendan cuatro museos de Frankfurt, ubicados en esta parte del río Main. Estos son: el Museo Giersch, el Museo Portikus, el Museo Liebieghaus, con sus fantásticas esculturas griegas y egipcias; y el Museo Städel, acreedor de una de las cinco colecciones artísticas más importantes del mundo.
Main Tower
La Main Tower es una torre de 200 metros de altura, 56 pisos y dos observatorios que regalan las mejores vistas que ver en Frankfurt. Se construyó entre 1996 y 1999 y está ubicada en el distrito financiero, rodeada de otros rascacielos famosos, como el de la Commerzbank Tower y la Westendtower. Uno de los atractivos de la Main Tower, a la que apodan Mainhattan, es que tiene un restaurante giratorio en el último piso. El costo de la entrada es de 6,5 euros.
Jardín de Palmeras
Veintidós hectáreas componen el fantástico Jardín de las Palmeras, el espacio verde por excelencia que ver en Frankfurt. Este parque fue creado en 1870 y tiene un estanque de grandes proporciones, rodeado de plantas traídas de los cinco continentes. Así, puede uno encontrarse en una selva tropical o en un increíble jardín de rosas. Para los amantes de los espacios verdes, se recomienda también visitar el parque Bethmann, célebre por su jardín chino y sus pagodas.
Zoológico de Frankfurt
En el mismo plan de desconectarse del caos urbano (y Frankfurt puede ser bastante caótica), es muy recomendable la visita al Zoológico de Frankfurt. Este zoo tiene casi 15 hectáreas de extensión y es considerado uno de los más importantes de Europa por eso es otro de los sitios que ver en Frankfurt. Su máximo atractivo es un sector llamado Casa Grzimek, en donde se recrea una oscuridad artificial para poder contemplar la vida de los animales nocturnos. Es, de hecho, una de las casas de animales nocturnos más grandes del mundo. La entrada tiene un costo de 10 euros para los adultos y de 5 euros para los niños de entre 6 y 17 años.
Bolsa de Frankfurt
La Bolsa de Frankfurt es uno de los mercados de valores más poderosos del mundo. La estampa de su edificio está a la altura de ese poderío: tiene una gran fachada de estilo neoclásico, adornada por las esculturas del Toro y el Oso, símbolos de las impredecibles alzas y bajas del mercado bursátil.
Quienes paseen por la zona de la Bolsa de Frankfurt seguramente se toparán con otros dos edificios emblemáticos: la antigua puerta y torre de Eschenhaimen Tum, que data del año 1400 y es una sobreviviente de los bombardeos de los aliados durante la Segunda Guerra; y el recinto que alberga la antigua ópera, llamado Alte Oper, inaugurada el 20 de octubre de 1880 por el káiser Guillermo I de Alemania.
Paseo en tranvía
Un paseo en tranvía por Frankfurt es casi indispensable, porque permite descubrir los atractivos históricos de la ciudad y, al mismo tiempo, tomarse una copita de sidra con pretzels. El tranvía en cuestión se llama Ebbelwei Express y funciona los fines de semana. El paseo siempre es divertido -la sidra ayuda, aunque también se sirve jugo de manzana para los niños- y tiene un costo de 8 euros para los adultos.
Resumen de cosas que ver en Frankfurt
- Catedral de Frankfurt
- Casa de Goethe
- Plaza Römerberg
- Barrio de Sachsenhausen
- Orilla de los museos
- Main Tower
- Jardín de Palmeras
- Zoológico de Frankfurt
- Bolsa de Frankfurt
- Paseo en tranvía
