Apodada la Ciudad de las 100 agujas, Praga es uno de esos sitios que hay que visitar al menos una vez en la vida. A mitad camino entre la cultura europea y las raíces de los pueblos eslavos, Praga es un laberinto mágico de calles de piedra, con torres medievales que se elevan sobre los tejados. Para coronar el destino, aquí se encuentra el castillo más grande del mundo, un conjunto arquitectónico que abraza a la Catedral de San Vito y al Callejón de Oro, en donde vivió el célebre escritor Franz Kafka. Otros atractivos imperdibles de Praga son: el Puente de Carlos, la Torre de la Pólvora, el Teatro Negro, el Barrio Judío, Malá Strana (la llamada Ciudad pequeña), Staré Mesto -la Ciudad Vieja- y su fantástica plaza.
Disfruta de los lugares más famosos que ver en Praga
Puente de Carlos
Una de las primeras cosas que ver en Praga es el Puente de Carlos, es el puente más antiguo de Praga y el más emblemático de la ciudad. Escoltado por 15 preciosas esculturas barrocas a cada lado, data del siglo XIV y cruza el río Moldava para comunicar la Ciudad Vieja (Staré Mesto) con Malá Strana. Mide unos 500 metros de largo, 10 de ancho, se apoya sobre 16 arcos y es peatonal; de hecho, algunos días es tal la cantidad de turistas que lo atraviesan que es casi imposible caminar. Por eso se recomienda visitarlo muy temprano a la mañana o cuando anochece. Uno de los rituales es pedir un deseo en la estatua de San Juan Nepomuceno, la primera que se instaló en el puente, en el año 1683.
Castillo de Praga
Construido en el siglo IX, el Castillo de Praga es uno de las sitios más bonitos que ver en Praga. Fue la antigua residencia de los reyes de Bohemia, de emperadores y de los presidentes de la República Checa. Se trata de la fortaleza medieval más grande del mundo en su tipo, con 530 metros de largo y 130 de ancho. Es, sin dudas, un conjunto arquitectónico fascinante, que engloba preciosos edificios históricos, entre ellos el Antiguo Palacio Real, el Callejón de Oro, la Catedral de San Vito, la Torre Daliborka, el Palacio Lobkowitz y la Torre Blanca, entre otros. Es importante saber que una visita al Castillo de Praga puede demandar medio día o un día entero.
Catedral de San Vito
La Catedral de San Vito, dentro del conjunto arquitectónico del Castillo de Praga, merece un ítem aparte. Fue construida a partir de 1344 y concluida entre los siglos XIX y XX, con una belleza gótica impresionante que lo convierten en otro de los lugares imperdibles que ver en Praga. La Catedral se levanta sobre los tejados, con una torre que llega a casi 100 metros de altura y otras dos torres mellizas de 80 metros; desde la cima son espectaculares las vistas del Puente de Carlos, la Ciudad Vieja y la Ciudad pequeña. En el interior, destacan las amplias vidrieras que decoró el eximio artista checo Alfons Mucha, así como la tumba de Wenceslao IV, apodado El rey bueno.
Callejón de Oro
También ubicado dentro del Castillo de Praga se encuentra el Callejón de Oro, una calle muy corta y estrecha escoltada por casas de colores, que fueron construidas durante el siglo XVI, en donde hoy se venden las típicas marionetas de Praga, además de armas medievales y otros souvenirs. Vale la pena hacer una parada en la casa número 22, en donde habitó el gran escritor Franz Kafka.
Torre de la Pólvora
La Torre de la Pólvora es una de las puertas originales que ver en Praga -todo un símbolo de la ciudad- y data del siglo XV. Aunque se construyó en 1475 y formó parte de las 13 puertas originales de la Ciudad Vieja, fue destruida por un incendio un siglo más tarde. En el siglo XVII comenzó a ser utilizada para almacenar pólvora. Hoy día se puede visitar por dentro, a un costo de unos 4 euros. Las panorámicas desde allí arriba son magníficas.
Teatro Negro
El Teatro Negro de Praga es uno de los espectáculos teatrales más conocidos del mundo. Los checos perfeccionaron una forma de hacer teatro que consiste en que los actores actúen vestidos de negro, sobre un fondo negro (sólo se iluminan algunos objetos, de acuerdo a la propuesta estética). Estos espectáculos son mudos y la música toma un rol protagónico. Algunos de los mejores sitios para ver Teatro Negro son: Ta Fantastika, Teatro Blanik, Teatro Metro y Teatro Animato. Las entradas cuestan entre 20 y 30 euros por persona.
Plaza de la Ciudad Vieja
Todos los que alguna vez visitaron la Plaza de la Ciudad Vieja de Praga quedaron maravillados. Este espacio, es otro de los sitios que ver en Praga donde convergen laberínticos callejones del siglo X, se despliega entre el Puente de Carlos y la Plaza de Wenceslao. La gran joya de la plaza es el Reloj Astronómico, ubicado en la pared sur del Antiguo Ayuntamiento. Es todo un plan esperar que el reloj -construido en 1410- marque las horas para ver desfilar a los doce apóstoles. Además de estas figuras se intercalan otros cuatro personajes: la Muerte, la Vanidad, la Avaricia y el Turco. El espectáculo es muy divertido.
Malá Strana
El barrio de Malá Strana, llamado Ciudad pequeña, tiene un exquisito toque bohemio que se contagia en sus calles y edificios. El principal atractivo es la barroca Iglesia de San Nicolás, con su llamativa cúpula verde, que domina la Plaza Malostranské. Caminando hacia el sur de la plaza aparece el monte Petrín, rodeado por un parque que tiene una curiosa torre Eiffel. En Malá Strana se pueden visitar varios museos, como el Museo Kampa, el Museo Karel Zeman o el Museo del Niño Jesús.
Barrio judío
En el Barrio Judío, ubicado en la parte vieja de Praga, se concentran las seis sinagogas de la ciudad: la Pinkas, la Maisel, la Española, la Vieja-Nueva, la Klausen y la Alta. Todas ellas son muy bonitas para visitar y concentran los últimos ocho siglos de historia de los judíos en Praga. Pero el gran atractivo del barrio -llamado Josefov– es el Cementerio judío, en donde las lápidas se acumulan unas sobre otras, por falta de espacio. Fue creado en el siglo XV y alberga más de 12.000 lápidas. También se recomienda visitar el Museo Judío, que guarda la colección de piezas sagradas judías más importante del mundo.
Plaza de Wenceslao
La Plaza de Wenceslao es el epicentro de la denominada Ciudad Nueva y aquí se encuentra el imponente edificio del Museo Nacional de Praga, construido en 1890 y que es otro de los lugares que ver en Praga. En esta plaza transcurrieron los hechos históricos más importantes del siglo XX para la República Checa. Aquí se inició en 1989 la llamada Revolución de Terciopelo, luego de que una manifestación pacífica fuera brutalmente reprimida por la policía. Ese acontecimiento derivó, en última instancia, en la caída del régimen comunista.
Lista con los lugares imperdibles que ver en Praga
- Puente de Carlos
- Castillo de Praga
- Catedral de San Vito
- Callejón de Oro
- Teatro Negro
- Plaza de la Ciudad Vieja
- Malá Strana
- Barrio Judío
- Plaza de Wenceslao