Brasil tiene fama de ser el país más feliz del mundo y, sin dudas, Río de Janeiro es la ciudad que mejor expresa ese sentimiento. Pese a ser una de las regiones más desiguales del planeta, los cariocas -como se llama a quienes viven en Río- siempre se las ingenian para estar sonrientes, amparados por la alegría del Carnaval, que todos los años convoca a turistas de los cinco continentes. Río es un paraíso de playas de arena blanca y morros (cerros) de vegetación tropical, tapizados de humildes favelas, un símbolo candente de la pobreza estructural de Brasil. Aquí viven unas 7 millones de personas, en la segunda ciudad más poblada y la más turística del país. Es difícil resumir los atractivos que ver en Rio de Janeiro, porque realmente son muchísimos, pero los íconos de la llamada Cidade maravilhosa (ciudad maravillosa) son: la estatua del Cristo Redentor, sobre la cima del Cerro Corcovado, las playas de Copacabana e Ipanema, y el cada vez más trendy barrio de Santa Teresa, una zona colonizada por artistas, en las alturas de la ciudad.
Descubre los lugares más espectaculares que ver en Río de Janeiro
Ipanema y Leblon
En la playa de Ipanema, el legendario cantautor brasileño Tom Jobim compuso la bossa nova más famosa de todos los tiempos, la Garota de Ipanema, que cuenta la historia de una joven que camina al borde del mar y arranca suspiros tras su paso. Ipanema es una de las zonas más hermosas de Río de Janeiro, un sitio paradisíaco bañado por el océano azul, en donde se respira una tranquilidad y una joie de vivre difícil de describir.
Ipanema es, junto a Leblón, un barrio residencial en donde vive la clase alta de Río. Aquí las puestas de sol sobre el mar son inolvidables y vale la pena sentarse en el célebre Posto 9 (los postos son paradores sobre la playa) a disfrutarlas mientras se bebe una caipirinha, el cóctel brasileño por excelencia.
Quienes se sienten en uno de los postos a contemplar la vida de Ipanema podrán descubrir la increíble fauna humana que llega a estas arenas: cuerpos tostados y perfectos haciendo ejercicio sobre la costa y viejos hippies aferrados al flower power carioca de los años 60, con la banda de sonido de una suave bossa nova o una samba frenética. El atardecer en Ipanema y Leblon precede las noches más alocadas de la ciudad.
Cada posto en Ipanema es un territorio bien delimitado que se debe conocer de antemano: en el Posto 8 hay muchísimos niños pobres de las favelas; en el Posto 10 se concentran los amantes de los deportes, como el fútbol-playa y el vóley. En Arpoador, entre Ipanema y Copabana, se reúnen los surfistas.
Copacabana
Copacabana es el alma de Río de Janeiro. Esta playa ha sido, desde mediados del siglo pasado, un símbolo de glamour al borde del mar, cuyas arenas fueron descubiertas por el show business norteamericano y la realeza europea a partir de los años 50 y 60 (desde Frank Sinatra y Marlene Dietrich hasta Lady Di), fascinados por su famoso hotel palaciego: el increíble Copacabana Palace, construido en 1923.
El paseo marítimo de Copababana -sobre la Avenida del Atlántico-, con sus característicos dibujos ondulados en el suelo, es de visita obligada, en una zona repleta de restaurantes y tiendas. Luego de darse un buen baño de mar, es muy recomendable alejarse de la costa y adentrarse en las calles bohemias de la zona, apodada Princesinha do Mar (Princesita de mar).
A la hora del almuerzo, se podrá probar una buena feijoada -frijoles guisados con carne de cerdo, arroz y naranjas-, el plato carioca por excelencia, que introdujeron los esclavos africanos durante la época de la colonia portuguesa.
Por la noche, las playas de Copacabana se iluminan y es un gran plan sentarse en alguno de los postos para ver cómo los niños de las favelas juegan al fútbol hasta la madrugada. De estas arenas han surgido grandes cracks como Marcelo (estrella del Real Madrid), Romario y Adriano. Esta zona está muy vigilada por la policía, pero de todos modos los robos callejeros son moneda corriente.
Cristo Redentor
La estatua del Cristo Redentor es uno de los grandes íconos mundiales que ver en Rio de Janeiro, tan emblemática como la Torre Eiffel de París, la Estatua de la Libertad en Nueva York o el Coliseo romano. Emplazado sobre la cima del Cerro Corcovado, el Cristo Redentor se eleva hasta 30 metros de alto, con sus brazos abiertos, que simbolizan la hospitalidad brasileña.
Desde la cima del Cristo (una gigantesca escultura de 1.100 toneladas) se accede a un mirador que regala vistas increíbles de Río. Para subir al Corcovado se puede tomar un tren rojo que parte cada 30 minutos desde Cosme Velho. Por la noche, el Cristo Redentor se ilumina en forma espectacular y resulta francamente imperdible.
Pan de Azúcar
Desde sus casi 400 metros de altura, otro de los sitios especiales que ver en Rio de Janeiro es el Cerro Pan de Azúcar que, custodia la Bahía de Guanabara. El ascenso hasta la cima es imprescindible en una visita a Río de Janeiro, porque las vistas desde allí son sensacionales (se divisa Copacabana y el Cristo Redentor). Dos teleféricos realizan, cada 20 minutos, el viaje hasta el tope del Pan de Azúcar. El primero llega hasta el Morro de Urca, a 215 metros sobre el nivel del mar, y desde ese punto se toma un segundo funicular, que deposita a los turistas en el Pan de Azúcar mismo.
Parque Nacional da Tijuca
En pocos lugares del planeta la naturaleza encuentra un estado tan exuberante de expresión (un verdadero estallido de plantas, colores y aromas tropicales) como en el Parque Nacional da Tijuca. Este gigantesco espacio verde abraza más de 39 kilómetros de la mayor selva tropical urbana del mundo.
Miles de especies de árboles se despliegan entre malezas inexpugnables y picos montañosos (como la cumbre de Pedro da Gávea), con cascadas, arroyos y cientos de aves, monos e iguanas. Hay que tener en cuenta que el parque cierra sus puertas al atardecer y que lo mejor es llegar hasta aquí en automóvil. No se recomienda regresar a pie porque la zona no es segura cuando cae el sol.
Laguna Rodrigo de Freitas
La Lagoa Rodrigo de Freitas es uno de los mejores sitios de Río para ir en bicicleta. Un sendero de más de 7 kilómetros rodea este magnífico espejo de agua, conectado con el Océano Atlántico mediante un canal llamado Jardim de Alah. Quienes no sean tan adeptos a la bicicleta pueden permanecer en los puestitos que circundan la laguna y beber una caipi (como le dicen a la caipirinha). Esta laguna también da nombre a un selecto barrio en donde habita la clase alta carioca.
Jardín Botánico
Otro de los impresionantes lugares que ver en Rio de Janeiro es el Jardín Botánico, reúne una de las más grandes colecciones de plantas del planeta. Es un espacio inmenso, de casi 90 hectáreas y 6.275 especies distintas de plantas, creado en 1808. Destaca el orquideario cerrado, una sección del parque llamada Amazonas y un precioso lago con gigantescos nenúfares. Es una visita muy recomendable para hacer en familia.
Parque Lage
Al Parque da Tijuca y el Jardín Botánico se suma otro espacio verde que ensalza la fuerza de la naturaleza que ver en Río de Janeiro. Es el Parque Lage, un precioso jardín de estilo inglés ubicado a los pies de la Floresta da Tijuca, que data de fines del siglo XIX. Este lugar, rodeado por la inagotable selva tropical atlántica, aloja una mansión en donde funciona la Escuela de Artes Visuales, que realiza exposiciones muy interesantes, abiertas al público.
Lapa
El barrio de Lapa es considerado la cuna de la bohemia carioca. Ese espíritu libertino persiste hasta hoy, en los barcitos y locales de música en vivo de las calles Riachuelo, Lavradio y la avenida Mem de Sa, en donde las noches siempre son divertidas. Pocos sitios en el mundo ofrecen semejante combinación de buena música, bebidas, ritmo y ambiente distendido.
Una de las imágenes más conocidas de Lapa es la de sus arcos, el llamado Aqueduto da Carioca o Arcos de Lapa, un antiguo acueducto de 270 metros de extensión, a 16 metros de altura, por el que transita un trencito emblemático de la ciudad, el bondinho, que une Lapa y el barrio de Santa Teresa.
Santa Teresa
La mejor forma de subir hasta el morro en donde se encuentra Santa Teresa es tomar el bondinho. Esta zona es conocida como el Montmartre carioca, por la enorme cantidad de artistas que habitan y tienen sus talleres en este barrio. Muchas viviendas del siglo XVIII fueron reformadas y hoy albergan los mejores restaurantes de autor de Río de Janeiro. El corazón de Santa Teresa es el Largo de Guimaraes, una calle repleta de bares, restaurantes y cafés, habitualmente abarrotado de turistas. Este barrio es, para muchos, el más bonito de Río de Janeiro.
Estadio Maracaná
Muchos de los logros que hicieron grande al fútbol brasileño se consumaron en el monumental Estadio Maracaná. Para los fanáticos del balón, el Maracaná es prácticamente un lugar sagrado que ver en Rio de Janeiro. Asistir a un partido entre los equipos locales (Flamengo, Fluminense, Vasco da Gama y Botafogo) es una de las experiencias más extremas y apasionantes que ofrece este deporte a nivel mundial.
También se ofrecen tours guiados para conocer las instalaciones del Maracaná y acceder al campo de juego y al banco de suplentes. Ademas, se realizan vuelos en helicóptero para apreciar el estadio desde lo alto.
Carnaval de Río
Quienes han conocido el Carnaval de Río saben que es una de las fiestas más increíbles del mundo. Durante una semana, entre finales de febrero y principios de marzo, la ciudad se paraliza para recibir a las Scolas de Samba (escuelas de samba), multitudinarias agrupaciones de bailarines que ensayan todo el año para el carnaval.
Las escuelas de samba más conocidas de Río de Janeiro son: Portela, Beija-Flor, Salgueiro, Imperatriz, Uniao da Ilha, Mangueira y Unidos da Tijuca, entre otras. Estas agrupaciones rivalizan cada año y son premiadas por un jurado; las mejores participan del Desfile de las Campeonas, que se lleva a cabo en el Sambódromo, un gran estadio al aire libre ubicado en el barrio Cidade Nova.
Resumen de cosas que ver en Río de Janeiro
- Ipanema y Leblon
- Copacabana
- Cristo Redentor
- Pan de Azúcar
- Laguna Rodrigo de Freitas
- Parque da Tijuca
- Parque Lage
- Lapa
- Santa Teresa
- Estadio Maracaná
- Carnaval de Río