Una ciudad esculpida en las rocas durante el siglo VIII antes de Cristo, fundada por la civilización nabatea. Por más inverosímil que suene, este laberíntico valle de tumbas, la ciudad perdida de Petra, no forma parte del guión de una película de Indiana Jones (aunque el film se rodó allí mismo). Existe realmente en Jordania, un pequeño país de Oriente Medio cuya capital es Ammán. Desértico en el 80 por ciento de su territorio, con dunas rojizas, con camellos de mirada perdida sobre las colinas infinitas y un mar de sal -el mar Muerto-, único en el mundo, Jordania es uno de los destinos turísticos más fascinantes del mundo árabe. La mejor época para viajar a Jordania es durante la primavera (marzo a mayo) y el otoño (septiembre a fines de octubre).
Jordania o el Reino Hachemita de Jordania fue un protectorado británico hasta que en 1946 proclamó su independencia. Fue un actor clave en el conflicto árabe-israelí durante la segunda mitad del siglo XX, hasta que en julio de 1994 firmó un cese de hostilidades con Israel. Jordania se convirtió en receptor de miles de refugiados que huyeron de las guerras civiles en países vecinos, como Siria; se estima que más de medio millón de refugiados sirios se instalaron en Jordania a principios de la década pasada. La actual estabilidad del régimen jordano posibilitó el desarrollo del turismo, que se ha convertido en un sector clave de la economía; sólo el sitio histórico de Petra, una de las Siete Maravillas del Mundo, recibió casi un millón de visitantes durante 2019. Jordania es una monarquía constitucional -el rey es Abdalá II bin Al Hussein- y 9,9 millones de personas habitan su suelo. La moneda jordana es el Dinar. Un euro equivale a 0,8 dinares.
¿Cómo es el clima en Jordania?
El clima de Jordania se puede calificar como desértico, con temporadas bien definidas y matices geográficos que van desde las zonas áridas del mar Rojo hasta el bosque mediterráneo, en la Reserva Forestal de Ajlun. Entre marzo y mayo, el otoño, los días son cálidos y las noches frescas. Ya en junio comienzan las temperaturas más altas, que persisten hasta agosto. En septiembre, los calores empiezan a dar un respiro y a finales de noviembre comienza la estación de lluvias, que se extiende hasta fines de febrero. Una característica del clima jordano es la amplitud térmica entre el día y la noche. Y también entre las estaciones: en Amman, la capital, pueden registrarse máximas de 33 grados en verano y 12 grados en pleno invierno. Un dato importante es que Jordania es uno de los países menos calurosos de la región, con inviernos fríos y húmedos, en los que llega a nevar en Petra y Amman, entre diciembre y febrero.
¿Cuál es la mejor época para viajar a Jordania? (Temporada alta)
La mejor época para viajar a Jordania es durante el otoño y la primavera (la temporada alta). Pese a que la temperatura estival no es tan elevada si se compara con el verano en países vecinos como Irak, Arabia Saudita y Siria, siempre es mejor evitar ese período del año, ya que el calor es demasiado extremo para realizar excursiones al desierto. Como dijimos, en invierno puede hacer mucho frío en algunas de las zonas del país, en donde llueve bastante. El otoño y la primavera presentan características en común: temperaturas muy amenas, que promedian los 22 a 26 grados, y cielo casi siempre soleado. Este clima agradable permite dedicar varios días a la antigua ciudad nabatea de Petra, el gran tesoro jordano, que todos los atardeceres parece encender sus rocas y paredes de piedra esculpida, que forman un laberinto de tumbas y fachadas con un nivel de detalle increíble. Este valle, rodeado por montañas del color de la arenisca, fue una ciudad perdida durante siglos hasta que el suizo Jean Louis Burckhardt la redescubrió en 1812. La entrada es un desfiladero profundo llamado Siq, con una longitud de casi dos kilómetros y un ancho que en algunos pasajes es de sólo dos metros. La protección rocosa hizo de Petra un sitio oculto e inexpugnable durante siglos. La visita al Mar Rojo también es obligada: si bien la costa jordana no es demasiado extensa, presenta una geografía de arrecifes en los que bucear es una experiencia única (se ven tortugas y caballitos de mar), partiendo desde la coqueta ciudad de Aqaba. Otro gran programa es la excursión al desierto de Wadi Rum, con sus intrincadas formaciones rocosas y acantilados, en donde se tiene la sensación de estar en el medio de la nada. Se dice que contemplar una noche de estrellas en Wadi Rum es algo que jamás se olvida. Otros sitios imperdibles son: Madaba, la ciudad de los mosaicos; la antigua ciudad romana de Jerash; los castillos de los cruzados en Karak, Ajlun y Shobak; y la Reserva Natural de Shaumari, en donde se pueden realizar increíbles safaris.
¿Cuál es la mejor época para viajar a Jordania ahorrando dinero?
La primavera es la temporada alta jordana y, por ende, los precios son más altos (se debe reservar el alojamiento con bastante anticipación). La mejor época para viajar a Jordania ahorrando dinero es en verano, la temporada baja, en particular durante agosto. El mito del calor insoportable en el desierto hace que muchos turistas eviten estos meses cálidos para conocer el país. En muchos casos es un error, porque los veranos no suelen ser tan agobiantes. En julio y agosto los hoteles lanzan promociones para atraer visitantes, que vale la pena aprovechar. No se considera a Jordania un país extremadamente caro, sobre todo si se lo compara con Egipto. Una habitación doble de nivel medio en Petra cuesta unos 40 euros la noche; una comida en un restaurante, 14 euros; y alquilar un auto económico unos 38 euros diarios.
¿Qué necesitas tener y saber antes de viajar a Jordania?
- Visado: para ingresar a Jordania sólo es necesario un pasaporte vigente seis meses antes de la fecha de viaje (con tres hojas en blanco) y pagar 65 euros. El visado se puede tramitar en el aeropuerto de entrada.
- Salud:las autoridades sanitarias recomiendan no consumir agua del grifo ni tampoco comer verduras crudas. Tampoco helados ni hielo. No se exige ninguna vacuna para el ingreso al país.
- Equipaje: muchos turistas asocian a Jordania con el calor del desierto. Pero la verdad es que los inviernos en este país son muy fríos (llega a nevar en algunas zonas), al igual que las noches. Por eso, además de ropa liviana para el calor, se recomienda llevar ropa de abrigo, entre noviembre y febrero.
- Seguridad: Jordania es un país seguro para el turismo. De hecho, le dicen «la Suiza de Medio Oriente». Los hoteles y zonas turísticas están muy vigilados.
- Dinero: la moneda de Jordania es el Dinar. Cambiar euros o dólares es muy sencillo en Amman. Muchos comercios reciben monedas de otros países. Las tarjetas de crédito se aceptan en todo el país.
- Transporte: en Amman e Irbid, las ciudades más importantes, funciona una red de autobuses muy eficiente y económica. También son muy populares los microbuses públicos. Las rutas jordanas están en excelente estado, con lo cual alquilar un coche es una gran opción.
- Idioma: el principal idioma en Jordania es el árabe, pero el inglés también es muy hablado.
- Gastronomía: el plato típico de Jordania es el «Mansaf«, un cordero guisado con salsa de yogur y arroz.