En la Plaza del Ayuntamiento de Narbona, una ciudad francesa del departamento de Aude, en el sur del país, se puede apreciar un vestigio de la Vía Domitia, la gran ruta romana que unía Hispania y la Península Itálica. Se dice que Narbona es la ciudad más romana de Francia; fue, de hecho, un gran centro de poder de ese imperio durante la antigua Galia y capital de la provincia de Gallia Narbonensis. Tal herencia se ve plasmada en las increíbles galerías subterráneas del siglo I a.C., que se utilizaban como almacenes en tiempos del emperador Augusto. Esta localidad, habitada por unas 55.000 personas, puede presumir de su enorme catedral gótica y del imponente conjunto de edificios que componen el Palacio de los Arzobispos. Otros atractivos imperdibles que ver en Narbona son: el Mercado des Halles, el Canal de la Robine o el Puente de los Mercaderes.
Conoce los mejores sitios que ver en Narbona
Catedral de Narbona
Uno de los primeros templos que ver en Narbona es la Catedral de Saint-Just et Saint-Pastor, o simplemente Catedral de Narbona, tiene una particularidad: su construcción quedó detenida en el siglo XIV, a excepción de las torres y el coro. Pese a estar inconclusa, la Catedral de Narbona es la tercera más grande de Francia y también una de las más altas, con 40 metros de altura. El templo se empezó a construir en 1272, pero en 1340 se detuvieron los trabajos para que la obra no avanzara sobre las antiguas murallas romanas. Recién se añadió un claustro entre finales del siglo XIV y principios del siglo XV.
En su interior destaca el increíble tapiz flamenco que decora el tesoro, además de las grandes vidrieras del los siglos XIV y XV y las tumbas de los arzobispos de la ciudad. También sorprenden el órgano de madera, añadido durante el siglo XVIII (que todavía se usa para conciertos) y el retablo del siglo XIV. Las gárgolas del claustro son un espectáculo en sí mismo.
Palacio Arzobispal
El Palacio de los Arzobispos de Narbona es uno de los más bellos de Francia y uno de los palacios imprescindibles que ver en Narbona. Se trata de un conjunto monumental compuesto por dos palacios: el Nuevo (de estilo gótico) y el Viejo (de estampa románica); tres torres: de la Magdalena, San Marcial y Gilles Aycelin; y dos museos: el Museo de Arte e Historia y el Museo de Arqueología. También integra el conjunto la Catedral de Saint-Just et Saint-Pastor.
El complejo también alberga el Jardín de los Arzobispos (ubicado entre la Catedral y el Palacio) y el edificio del Ayuntamiento de Narbona. La entrada al palacio incluye el pase para acceder a la Torre de Gilles Aycelin. Se deben subir los 160 escalones de esta torre del siglo XIII para lograr vistas fantásticas de Narbona, con el fondo lejano de los Pirineos.
Mercado de Les Halles
El Mercado de Les Halles es considerado uno de los más bonitos de Francia y encarna el espíritu gourmet de Narbona. Esta obra consumada del art nouveau se construyó a comienzos del siglo XX; se trata de una estructura techada con paneles de vidrio esmerilado, que alberga más de 80 puestos de productos alimenticios de la región, desde embutidos y quesos hasta frutas, vinos, flores, carnes y pescados. Los pasillos de este lugar siempre están repletos de gente.
Vale la pena tomarse unas horas para recorrer el mercado y probar algunas especialidades, como las anguilas o las ostras de leucat. Cabe destacar que los grandes restaurantes, como Les Grands Buffets (uno de los más famosos del país), compran sus insumos en el Mercado de Les Halles, que se ubica junto al Canal de la Robine.
Vía Domitia
Frente al Ayuntamiento de Narbona se distingue claramente un camino, la Vía Domitia, que en tiempos del Imperio Romano fue la ruta que comunicaba Hispania con la Península Itálica, cruzando la Galia. Los historiadores estiman que la Vía Domitia fue construida en el año 118 a.C., aunque este tramo en particular recién fue descubierto en 1997.
Horreum Romano
Una de las joyas romanas que se conservan que ver en Narbona es un increíble laberinto subterráneo, llamado Horreum Romano, en donde funcionó un mercado durante el siglo I a.C. Es apasionante recorrer los pasillos, que conducen a distintas habitaciones en donde se ubicaban los puestos y tiendas de comida de los vendedores. Se exhiben diversos objetos de la época, como vasijas, monedas y lámparas.
Basílica de Saint Paul
La historia cuenta que Paul de Narbonne, primer obispo de Narbona, petrificó a una rana porque estaba croando mientras se realizaba la misa. Construida en 1229, la Basílica de Saint Paul lleva el nombre del obispo, cuya tumba se encuentra en los cimientos de este templo gótico, el más antiguo de la ciudad. Por supuesto, aquí está representada la célebre rana, en la pila bautismal. Sin duda es otro de los lugares históricos que ver en Narbona.
Canal de la Robine
El Canal de la Robine es uno de los brazos del Canal du Midi (la vía navegable que une el río Garona en Toulouse con el Mar Mediterráneo) y atraviesa la Comuna de Narbona. Tras su paso deja un hermoso paseo ribereño, con terrazas en donde sentarse a descansar y disfrutar del pulso de la ciudad.
Abastecido por el río Aude, este canal -cuya extensión es de 32 kilómetros– se utiliza desde tiempos de los romanos y ha convertido a Narbona en un puerto fundamental del sur de Francia. Es un muy buen plan alquilar un barco eléctrico para dar un paseo (el tour en barco dura una hora y cuesta 10 euros). Los jueves y domingos se realizan pequeños mercados itinerantes en las orillas del canal.
Puente de los Mercaderes
Otro de los lugares únicos que ver en Narbona es el Puente de los Mercaderes (Pont des Marchands). Este puente tiene un gran parecido con el Ponte Vecchio de Florencia, porque alberga casas y tiendas en toda su superficie. Es, de hecho, uno de los dos únicos puentes habitados de toda Francia, junto al Puente de Rohan, en Landerneau. En tiempos del Imperio Romano, era el acceso principal a Narbona y formaba parte de la Vía Domitia. Al cruzarlo se llega al barrio de Le Bourg.
Barrio de Le Bourg
El barrio de Le Bourg, al otro lado del Puente de los Mercaderes, fue la zona comercial por excelencia durante la Edad Media. Aquí mismo floreció a partir del siglo XII la industria pañera (textil); y, gracias a la cercanía del río Aude, las mercancías se embarcaban hacia otros puertos de Francia. Caminar por Le Bourg es sentirse en la Edad Media: pasar por las grandes mansiones, como la Casa de las Nodrizas (del siglo XVI) o la Casa de los Pregoneros, del siglo XIV; callejear durante horas por el barrio y deleitarse con la delicada Plaza de las Cuatro Fuentes.
Narbone Plage
Quienes estén de vacaciones por la región occitana pueden ir a Narbonne Plage (Playa de Narbona), ubicada a 15 kilómetros del centro de la ciudad, y disfrutar de una franja más de cinco kilómetros de arena fina. Es una zona muy animada, en donde se realizan festivales y shows de música al aire libre. Los amantes de los deportes náuticos también tienen en Narbonne Plage su lugar en el mundo.
Abadía de Fontfroide
A 14 kilómetros de Narbona se encuentra la Abadía de Fontfroide, fundada en el siglo XII por el Vizconde de Narbona. Es una visita ideal para realizar en coche, en un entorno de bellísimos viñedos, en el valle de La Corbière. Se pueden recorrer sus jardines, con magníficos rosales, el claustro, la iglesia y los dormitorios de los monjes. El precio de la entrada a la Abadía cuesta 14 euros e incluye un tour de media hora por los jardines. Se recomienda visitar este lugar cuando cae el sol, ya que la Abadía se ilumina y se crea un ambiente mágico.
Parque Natural de la Narbonnaise
El Parque Natural Regional de la Narbonnaise tiene una extensión de 80.000 hectáreas y se ubica al este del departamento de Aude. Es una área de hermosas playas, dunas y lagunas de la costa mediterránea (con localidades playeras como Leucate, Gruissan-Plage y Narbonne-Plage), intercaladas con macizos rocosos y extensos viñedos. Se trata de una de las mayores reservas naturales de Francia y es una zona muy bonita para recorrer en coche.
Resumen con todos los sitios más fascinantes que ver en Narbona
- Catedral de Narbona
- Palacio Arzobispal
- Palacio Arzobispal
- Mercado des Les Halles
- Vía Domitia
- Horreum Romano
- Basílica de Saint Paul
- Canal de la Robine
- Puente de los Mercaderes
- Barrio de Le Bourg
- Narbone Plage
- Abadía de Fontfroide
- Parque Natural de la Narbonnaise