Marrakech es una de las ciudades más importantes de Marruecos, famosa por albergar el mercado tradicional más grande del país y del mundo, el Yamaa el Fna, en donde se pueden encontrar desde encantadores de serpientes hasta músicos, acróbatas y artesanos de todos los rubros. Está ubicado al lado de la mezquita Kutubía, una de las más emblemáticas del culto islámico, edificada en el siglo XII. Visitar Marrakech es entrar en un cuento de Las mil y una noches, con calles laberínticas y susurrantes que desembocan en el Yamaa el Fna, alma y centro neurálgico de esta ciudad fascinante. La mejor época para visitar Marrakech es durante el otoño y la primavera, para evitar los calores del verano, cuando la temperatura supera fácilmente los 40 grados.
Marrakech es una de las cuatro ciudades más grandes de Marruecos, con 1,6 millones de habitantes, junto a Rabat, Mequinez y Fez. Su diseño urbano, si se lo puede llamar así, es una madeja laberíntica que contiene antiguos palacios, mezquitas (cerradas para los no musulmanes) y casas bellísimas, fundada en el siglo XI por los almoravídes, monjes-soldados que vivían en grupos nómades en el desierto del Sahara. Al igual que otras urbes imperiales marroquíes, Marrakech tiene una ciudad vieja -la gran Medina– y una nueva -la «ville nouvelle»-, más allá de las murallas, que fue edificada por los franceses durante la dominación colonial. Tanto la vieja como la nueva se rigen por normas administrativas diferentes, pero en ambas rige una misma regla: la fachada de los edificios debe ser de color rojo-ocre, color de la tierra autóctona, y por eso se dice que Marrakech es «la ciudad roja». En la ciudad nueva los barrios principales son Hivernage y Guéliz, y la avenida principal, Avenue Mohammed V, un camino repleto de árboles que termina justo frente a una de las puertas de la ciudad vieja. Marrakech es uno de los destinos turísticos más visitados de Marruecos: en 2018 recibió a casi 2,5 millones de visitantes, mayormente de origen europeo. La moneda local es el Dírham marroquí. Un euro equivale a 10,78 dirhams.
¿Cómo es el clima en Marrakech?
En Marrakech conviven dos tipos de clima: semiárido y mediterráneo. Los veranos son muy calurosos y secos, con temperaturas medias de 28 grados que trepan fácilmente hasta los 40 grados durante el día; casi no llueve en estos meses. Los inviernos en cambio son suaves y húmedos, con máximas que rondan los 20 grados y noches más frescas. Los meses de primavera y otoño (marzo, abril, octubre y noviembre) presentan un clima muy agradable, que permite disfrutar las excursiones al desierto sin padecer los grandes calores estivales. A grandes trazos, es difícil pasar frío en Marrakech, porque el promedio de temperaturas se mantiene cercano a los 20 grados durante todo el año. El mes más soleado es junio, con una media de 11 horas de sol al día (el promedio de sol diurno en la zona es de 8,6 horas).
¿Cuál es la mejor época para viajar a Marrakech? (Temporada alta)
La mejor época para viajar a Marrakech es durante el otoño y la primavera. En ambos períodos las temperaturas máximas no superan los 30 grados y las mínimas casi nunca se ubican por debajo de la línea de los 10 grados. Los meses de marzo, abril y mayo, así como los de octubre y noviembre, son ideales para visitar los mercados callejeros sin transpirar. Sólo habrá que prestar atención a noviembre, que en general es el más lluvioso del año, aunque las precipitaciones no llegan a ser molestas. Las noches de otoño y primavera son fantásticas para visitar la plaza principal de Marrakech, que cobra vida cuando cae el sol, con sus músicos, acróbatas, malabaristas y animadores, mientras los puestos de comida preparan sus manjares. Es fabuloso mezclarse entre la gente y disfrutar de este auténtico banquete olfativo, sonoro y visual. Las visitas a las mezquitas también son deslumbrantes, entre ellas la mezquita de Ben Youssef, una de las únicas de la ciudad que data de los tiempos de los almorávides. O la mezquita Kutubía, custodiada por hermosos rosales, cuya torre de 77 metros es el edificio más alto de Marrakech. Los palacios también merecen ser explorados, como el Palacio Dar el Bacha, el edificio que fue vivienda de Thami el Glaoui, pachá de Marrakech en 1912, quien a mediados del siglo pasado recibió en su morada a huéspedes como Winston Churchill y Franklin D. Roosevelt. También destaca el Palacio Badi, construido durante el siglo XVI en tiempos del sultán Ahmed el Mansour. Y el Palacio de la Bahía, en el antiguo barrio judío, con 150 habitaciones y patios con enormes jardines y fuentes, que se empezó a construir en la década de 1860. Otros atractivos son la Medersa Ben Youssef, la escuela musulmana más grande de Marruecos, que data del siglo XIV y llegó a ser el centro de aprendizaje coránico más importante del norte de África. Finalmente, las tumbas saadíes son el broche de oro: pegadas a la pared sur de la mezquita Moulay El Yazid, estas tumbas se remontan a los tiempos del sultán Ahmad al-Mansur (1578-1603), redescubiertas y restauradas en 1917, y son una de las mayores atracciones de Marrakech.
Recuerda que si quieres evitar altas temperaturas, la mejor época para viajar a Marrakech es en primavera y otoño.
¿Cuál es la mejor época para viajar a Marrakech ahorrando dinero?
La mejor época para viajar a Marrakech ahorrando dinero es entre los meses de junio y septiembre, cuando Marruecos entra en su período más caluroso. La mayoría de los hoteles ofrecen descuentos a quienes se animen a desafiar las altas temperaturas del verano. Una tendencia similar se da durante el invierno, cuando también se reducen las tarifas de los alojamientos. En cambio, los precios suben notablemente en primavera (la temporada alta, aún más que el otoño), fundamentalmente en Semana Santa; y también durante las fiestas de fin de año. No se recomienda visitar Marruecos durante el Ramadán -el noveno mes del año en el calendario musulmán, aunque la fecha varía-, porque el país se paraliza y muchos hoteles y comercios cierran sus puertas. Finalmente, a modo orientativo, un presupuesto medio en Marrakech, compuesto por una habitación doble (55 euros), un menú de tres platos (15 euros) y un circuito de medio día en bicicleta (32 euros), ronda los 100 euros diarios.
¿Qué necesitas tener y saber antes de viajar a Marrakech?
- Visado: no se necesita visado para ingresar a Marruecos, siempre y cuando la estadía no supere los 90 días.
- Equipaje: como la temperatura es cálida durante casi todo el año, se recomienda ropa ligera (sombrero, gafas de sol y crema solar) y algún abrigo para la noche, si se viaja en invierno. No olvidar prendas que cubran brazos y piernas para ingresar a sitios religiosos.
- Vacunas: no es necesaria ninguna vacuna.
- Moneda: la moneda de Marruecos es el Dírham marroquí. Lo mejor es cambiar euros en las casas de cambio del centro de Marrakech, ya que se necesitarán dirhams para pagar en los mercados de la ciudad, que no aceptan tarjetas de crédito.
- Idioma: la lengua oficial es el árabe pero la mayoría de los empleados del sector turístico habla en francés.
- Transporte: los autobuses de Marrakech siempre van repletos de gente y son muy antiguos, pero también son baratos. Para viajar más cómodo se recomienda el taxi. Un trayecto en taxi dentro de la ciudad no puede superar los 3 euros (siempre hay que pedir al chofer que encienda el taxímetro o arriesgarse a «negociar» el precio del viaje).
- Regateo: el segundo idioma de Marrakech es el regateo, que rige en cada uno de los mercados de la ciudad. Con una buena negociación, todo lo que se compra se llega a conseguir a la mitad del precio inicial.
- Seguro médico: el sistema sanitario marroquí deja mucho que desear y los hospitales privados son muy caros. Por lo tanto se recomienda viajar con seguro médico para no terminar en manos de un curandero del mercado de Yamaa el-Fna.
- Agua: aunque las autoridades de la ciudad aseguren que el agua es potable, se recomienda no beberla del grifo y tampoco consumir zumos que se venden en la calle.
- Gastronomía: los platos más pedidos en Marrakech son los tajines (estofados que se cocinan en ollas de barro) y el cuscús, que se mezcla con pollo, huevos o carne de cordero.